Si observa un incendio forestal o una columna de humo dentro del monte hay que llamar lo antes posible al 112.
No encender hogueras para ningún uso. En general, está prohibido el uso del fuego en cualquier área forestal. Solamente se autoriza su uso en zonas y épocas muy determinadas (áreas recreativas acondicionadas específicamente para ello y fuera de la época de sequía o peligro que varían según las condiciones meteorológicas). Aún en zonas autorizadas, hay que asegurarse de que está permitido y, en caso afirmativo, tener especial cuidado al apagarlo, asegurándose que no quede ningún rescoldo que lo pueda reavivar y con ello iniciar un incendio.
No dejar hogueras o lámparas encendidas y desatendidas.
Apagar bien las cerillas y cigarrillos y no tirarlos por las ventanillas del coche.
No abandonar en el campo botellas, objetos de cristal o basuras que puedan provocar o favorecer el incendio.
Si es una época de riesgo de incendios no transite zonas nuevas o desconocidas para usted, si hubiera un incendio le resultaría complicado salir.
Solicitar la autorización necesaria a la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de Cantabria y llamar al 112 antes de realizar la quema para comprobar si el día elegido están permitidas o no.
Vigilar la quema y no irse hasta asegurarse de que está totalmente apagada, revisando bien los rescoldos.
Cuidar el uso de maquinaria en los montes cuyo funcionamiento genere deflagración, chispas o descargas eléctricas.
Conozca las posibles vías de evacuación existentes.
No queme hojas u otros restos sin autorización y siempre evitando los días de calor, viento y/o de sequía acusada.
Evite los basureros eventuales e incontrolados.
Mantenga limpios de hierba o maleza los caminos de acceso a las viviendas, incluyendo las cunetas de los mismos.
Evite en los jardines o parcelas la acumulación de vegetación seca u otros restos que ayuden a la propagación del incendio, ejecutando las tareas de limpieza correspondientes.
Mantenga limpios los tejados de materiales combustibles (hojas, ramas, etc) y evite que las ramas dominen las edificaciones o se acerquen a menos de 3 metros de una chimenea. Lo ideal es que alrededor de cada edificio exista una faja de 10 m. de anchura en la que se elimine toda la vegetación inflamable.
Los tejados y fachadas de las casas deben ser de material resistente al fuego. Las fachadas de madera deben de tener tratamiento ignifugante y las chimeneas de las casas deberían llevar matachispas.
Es conveniente, y en muchos casos obligatorio, la separación de la urbanización del monte con una faja de 25 m. de anchura, limpia de vegetación. Dicha faja puede llevar un camino o carretera perimetral.
También es conveniente que se actúe en la zona forestal contigua a la faja de seguridad, con desbroces y poda del arbolado hasta 3 m de altura como mínimo y con anchuras de trabajo también de 25 m.
Exija a su comunidad de vecinos o propietarios la elaboración y mantenimiento de un ‘Plan de Defensa de Incendios Forestales’ para su urbanización.
Si está en una casa próxima a un incendio, le ha sido imposible evacuarla, y el riesgo es inminente; llame al 112 comunicando su situación, cierre puertas y ventanas, imposibilitando las entradas del aire, y no intente nunca huir atravesando caminos afectados por el fuego.
Si inesperadamente se encuentra en las proximidades de un incendio:
Avise urgentemente al 112 o autoridad más cercana y actúe según te indiquen.
Si el fuego es pequeño, trate de apagarlo usando agua, ramas o tierra sobre la base de las llamas. Tras sofocar el fuego, tapa las brasas y limpia de ramas sus alrededores.
Si le sorprende el fuego, aléjese en dirección opuesta al humo. Respire por la nariz procurando cubrirla con un trapo mojado.
No busque refugio en vaguadas profundas y huya siempre cuesta abajo o en dirección perpendicular al avance del fuego. De ninguna manera intente escapar ladera arriba, el fuego tiende a ascender como por una chimenea.
No intente cruzar las llamas, puede quedar atrapado. Si no hay más salida, cruze donde el frente sea más débil.
Si el fuego le alcanza, sitúese en la zona ya quemada siempre a espaldas del viento dominante.
Si se prende la ropa, no corra: échese a rodar sobre el suelo y, si tiene una manta, cúbrase con ella, el fuego se extinguirá por falta de aire.
El personal profesional de extinción está altamente cualificado y físicamente preparado. Así que, si tiene intención de colaborar en las tareas de extinción.
Póngase en contacto con los profesionales responsables de la extinción (bomberos, agentes forestales, etc) lo cuales le asignarán las tareas más acordes a su persona y siga siempre sus instrucciones.
Nunca trabaje aisladamente o por su cuenta. Además de ponerse en peligro, podría comprometer las labores y estrategias de extinción.
No arroje agua a los cables eléctricos.
Cuando un medio aéreo va a lanzar agua, debe retirarse de su trayectoria, evitando que le alcance la descarga.
Extreme todos los cuidados. Su vida vale mucho.
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