Tradicionalmente en el puente de diciembre se inicia la época navideña, las casas se decoran y se realizan multitud de actividades al aire libre, principalmente con niños, coincidiendo este año con el inicio del frío, ya que se espera una importante bajada de las temperaturas a partir del domingo. Por ambas razones el Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria solicita a la población que extreme la prudencia tanto dentro como fuera de los hogares.
En estos días festivos las viviendas se llenan de adornos navideños y es importante prestar atención al tipo de decoración elegida. Se deben utilizar luces homologadas que cuenten con la marcación CE, preferiblemente de LED para evitar el calentamiento de la instalación. Una vez colocadas no hay que olvidarse de apagarlas al irse a dormir y al salir de casa. En el caso de utilizar regletas para conectarlas, hay que asegurarse de que también estas estén homologadas y aguanten la misma intensidad o más que la línea a la que van enchufar, y no sobrecargarlas. Deben de tener el cableado en perfectas condiciones sin muescas en el aislante o empalmes. Es conveniente, también, revisar las instalaciones eléctricas periódicamente y, si son antiguas, renovarlas para adaptarlas a la legislación vigente, que incorpora nuevos elementos de seguridad.
Se desaconseja la utilización de velas tradicionales, que en todo caso deberán estar alejadas de textiles, materiales de fácil combustión y fuera del alcance de niños, siendo la mejor elección sustituirlas por luminarias de LED que tienen el mismo efecto visual y están exentas de riesgos.
Los niños son los más propensos a sufrir accidentes en el hogar durante el periodo navideño, especialmente los más pequeños, por lo que hay que prestar especial atención a los riesgos que puedan correr. Los adornos de belenes o árboles tienen que tener un tamaño adecuado a su edad y no contar con piezas desmontables para evitar que puedan llevárselos a la boca y sufrir atragantamiento. Lo mismo sucede con los juguetes. Estos deberán llevar el marcado CE, que garantiza que se cumple la normativa de seguridad europea, y ser apropiados a su edad. Para bicicletas, patines, patinetes, y en general cualquier elemento que imprima velocidad se aconseja el uso de casco.
Además, como en esta época pasan mucho tiempo en casa por las vacaciones escolares, es necesario extremar la precaución con el resto de riesgos habituales que presentan las viviendas: enchufes, productos químicos, ventanas, elementos cortantes o punzantes, fuego, agua, etc.
En la calle
El Servicio de Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria pide extremar la prudencia también en las actividades al aire libre típicas de las fiestas navideñas, en las que los pequeños de la casa deben de estar vigilados en todo momento. En lugares con aglomeraciones de personas se aconseja apuntar en el brazo de los menores el móvil del adulto que les acompañe para facilitar su localización en caso de pérdida; enseñar a los pequeños un punto de referencia reconocible, también para casos de extravío; e indicarles que policía, bomberos y Protección Civil pueden atenderles si necesitan ayuda.
Además, se solicita no encaramarse al mobiliario urbano o arbolado para ver las actuaciones o desfiles, y respetar los vallados y cordones de seguridad habilitados por las autoridades. En estos puntos es recomendable llevar a los niños de la mano para incrementar su control, especialmente si hay vehículos en movimiento como es el caso de cabalgatas o pasacalles, y establecer una distancia de seguridad adecuada si se recogen caramelos lanzados desde las carrozas.
Llegada del frío
A partir de este fin de semana, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), viento proveniente del norte traerá a Cantabria aire polar que desde el domingo provocará desplome de las temperaturas y bajada de la cota de nieve, que podría llegar, según las primeras estimaciones, a los 700 metros en zonas de montaña. El frío y la utilización generalizada de aparatos emisores de calor incrementan las probabilidades de que se produzcan incendios en viviendas, aumentando las intervenciones de los servicios de emergencias por fuego en los domicilios, siendo muchos eludibles siguiendo precauciones básicas.
Para evitar accidentes, recuerda el 112, los elementos generadores de calor tienen que estar alejados de textiles o materiales combustibles (cortinas, sofás, alfombras, papel, productos químicos...). Se deben de mantener despejadas las rendijas de ventilación de las estancias, y no dejar fuentes de calor encendidas por la noche o cuando no haya nadie en casa. Conviene, además, instalar detectores de incendios que captan la presencia de humo o gases, según el modelo, y alertan de la presencia de fuego en el hogar.
Por tipología, si los aparatos son eléctricos y se usan regletas para conectarlos, al igual que en el caso de las luces, deben de estar homologadas y en perfecto estado. Si los electrodomésticos utilizados son de gas (estufas o calderas) es necesario que personal cualificado les realice las inspecciones técnicas correspondientes, para asegurar su correcto funcionamiento y la inexistencia de fugas. Si se percibe olor a gas se debe cerrar la llave de paso o boquear la salida de la bombona, evitar fuentes de ignición (cerillas, mecheros, interructores…), ventilar la vivienda inmediatamente, y llamar al 112. En estos casos es especialmente importante que los espacios obligatorios destinados a la ventilación estén despejados para garantizar la renovación del aire y evitar intoxicaciones.
Si lo que se tiene en casa es una chimenea conviene saber que la principal causa de los incendios es la falta de eliminación de resina y hollín de los conductos por los que se evacúa el humo. Se debe, por tanto, hacer un mantenimiento periódico de los mismos y limpiar los tubos de extracción, eliminado los residuos de la combustión que se acumulan en los tiros. Se recomienda también quemar madera seca, que genera menos resina que la húmeda, produciendo menos desechos, y no utilizar gasolina, ni productos aceleradores de la ignición para iniciar el fuego. Los materiales combustibles se deben mantener a más de un metro de distancia del hogar, sin dejar pilas de madera o papeles para encender cerca del fuego. Una vez finalizado su uso hay que asegurarse de que la chimenea queda totalmente apagada y no tirar ceniza a la basura, si existe la posibilidad de que povisas calientes puedan provocar un incendio.
Además, se insta a la población a llamar al 112 ante cualquier situación de emergencia para procurar una rápida intervención.
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